domingo, 30 de enero de 2011

Discusiones

¡De un tiempo a acá no eres el mismo!
Tal vez sea, porque ahora soy feliz. 


¿Por qué, nunca nos atrevemos a decir lo que pensamos?

sábado, 29 de enero de 2011

¿A qué juegas?

No te hagas la ingenua, de inocente no tienes nada. No me mires de reojo y saques a relucir esa pícara sonrisa con la que conviertes cualquier gesto en algo lascivo. No  me preguntes “¿Qué pasa?”, con ese tono de como si esta situación fuera lo más normal del mundo. Por desgracia no lo es, no te paseas a menudo frente a mí, en ropa interior, recorriendo la habitación como si fueras totalmente vestida.

Sé que estás esperando, a que salte sobre ti. Pero no, si para ti esto es normal, porque no lo iba a ser para mí. Mi “Nada”, cambia tu estado a la sorpresa… Erraste el tiro muchacha. Dejémonos de juegos absurdos y fantasías, vamos a follar.

Me hundo en ti como un puñal, tus gemidos nos aíslan del mundo. Somos tú, yo, una cama, todo nuestro amor y mucho sexo por tener… Mejor me callo, no quiero levantar envidias.

miércoles, 19 de enero de 2011

Momentos

Cuando lloras de emoción y no puedes reprimirlo. Cuando te despiertas, me miras a los ojos y me dices te quiero, o cuando lo haces con la respiración entrecortada, tus te quiero más sinceros. Cuando me pides que tengamos un hijo ya, a lo loco.
Son en esos momentos, en los que puedo verte el alma, en los que me derrito por ti.

lunes, 17 de enero de 2011

Caligrama Simple

Soy bueno haciéndote reír.
Soy bueno haciéndote el amor.
Soy bueno destrozando las canciones.
Soy bueno haciéndote enloquecer con mi ritmo.
Soy bueno dándome prisa, para terminar todo antes de que despiertes.
Soy bueno estudiando gracias a ti y tus apuntes.
Soy bueno metiéndome con tu altura.
Soy bueno retozando  contigo.
Soy bueno dándote mimos.

Pero en lo que soy realmente bueno, es queriéndote como te mereces.

domingo, 9 de enero de 2011

Pídeme permiso

Por fin vuelves del baño. Se me ha hecho una eternidad, ya he recuperado el resuello. Tras el breve oleaje de la cortinilla de la puerta aparece tu silueta, con la melena despeinada cayendo desordenada sobre los hombros. Rebuscas en el montón de prendas rebujadas que hay junto a la cama hasta encontrar tus bragas, con la absurda intención de vestirte…

Contestas con una sonrisa encantadora mi “¿y a ti quién te ha dado permiso para vestirte?”, que surte efecto, porque vuelves a dejar las bragas donde estaban y vuelves a mezclarte conmigo entre las sábanas.

domingo, 2 de enero de 2011

Una noche inolvidable

Una vez que te acostumbrabas, el agua de la bañera no parecía quemar tanto. El vapor que ya había empañado el espejo y el cristal de la ventana, pasaba a empañarnos los pensamientos y sumirnos en una especie de estado de hibernación. Lo relajante del baño, se sumaba a la liberación de tensión durante las dos horas anteriores. Me encantaba quitarme las ganas así, empezando a toda prisa, para luego tomárnoslo con calma.

Con el agua ya tibia, y los dedos como pasas, decidimos volver a la cama. Un masaje, un beso, un te quiero 
como colofón, para convertir una noche diferente en una inolvidable.