jueves, 7 de octubre de 2010

Yo nunca me he imaginado un futuro...

Lágrimas, dudas, más lágrimas. Así empezó todo. Por suerte, teníamos nuestro propio apoyo.

Un vuelo de ida, que me lleva al egoísmo. Soledad y dudas de nuevo, pero sobre todo miedo, mucho miedo. Vuelo de ida, que te lleva al olvido, que hace desaparecer el miedo. Añoranza y sentimientos, que no se expresan con palabras, palabras que nos guardamos, para decirlas a la cara, pero por fin todo está claro. Porque me pides que vuelva, porque estas deseando decirme…

Espera sin sala, días interminables. Vuelos de vuelta, y espera, nervios, sólo son horas, horas interminables.

Y allí estabas, en la oscuridad, sentada en un banco de hierro, haciendo como la que leía. Los sentimientos encuentran sus palabras después de una batalla de besos. Anécdotas, Francia versus Italia y mil cosas más. Pero sobre todo, mi mano y tu mano, tu boca y la mía, nosotros.

Y de eso parecen haber pasado años, porque nos da igual el tiempo, los 5 no tienen por qué ser especiales, si ya lo es cada segundo.

Tú y yo, nosotros.

1 comentario: