martes, 23 de noviembre de 2010

Botón de encendido

Me gusta besarte en ese lugar que te enciende, para luego marcharme. Es como girar la llave del coche, andar dos metros y parar; es como encender la luz, para quedarnos a oscuras, prender la mecha para luego soplar; es como enseñar la recompensa, y luego guardarla…

Me gusta que bufes de desesperación, y con tono de enfado me digas “¿Otra vez?”, y me gusta interpretar mi papel, seguir vistiéndome mientras te miro con el rabillo del ojo y te veo observándome con las cejas enarcadas y esa cara de incredulidad.

Pero ya sabes, que siempre me haces regresar.

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