lunes, 13 de septiembre de 2010

Tres deseos

El genio de mis sueños me concedió tres deseos. No pensé en la paz mundial, ni el hambre… sólo pensé en ti, como cada segundo de mi vida, me has vuelto un egoísta, porque es como pensar en mi.

Primer deseo: Que cada mañana me despierte y lo primero que sienta es tu respiración junto a la mía, si hace frío te acerques a mí, y si hace calor hagas lo mismo pero con menos ropa. Sentir tu mano enlazada en la mía cuando vaya por la calle y oírte decir te quiero de vez en cuando. Envejecer contigo con todo lo que ello conlleva, pero siendo felices.

Segundo deseo: Desollar mis labios con los tuyos, sentir cada trozo de tu piel en cada trozo de mi piel, tu pecho contra mi pecho jadeante, tu aliento cálido en mi oído, mis dedos palpando la humedad de tu manantial y hundir mi carne en tu carne. Besarte todo lo besable y ponerte los ojos en blanco a base de caricias y arremetidas. Repetir esto cada noche contigo, y si la vida lo permite, cada mañana y cada tarde.

Y el tercer deseo nos lo podemos ahorrar, porque yo con esto, ya soy feliz. 

1 comentario: